Esperando ser alguien MÁS del
montón no se da cuenta de su suerte. Mirando a los demás soñando ser ellos,
viviendo en su sueño se le pasa la vida. ¿Cuándo se va a dar cuenta?
Ella lo tiene todo y solo mira
sus defectos, que tan cruel es la vida que no la hace dar cuenta.
La vida pasa más allá de los que
ella piensa, más allá de su infantil pensamiento.
Ella misma se crea enemigos que
no puede superar, y vaga en su fría desgracia esperando una poco de calor para
poder seguir su vida.
Avergonzada de todo lo que la
rodea vive en un mundo de cursilerías.
Envidiosa, depresiva y alocada es
la joven que vive la vida en desorden, sin rumbo, con proyectos, pero sin fe de alcanzarlos.
Todas sus acciones las considera
pretenciosas, es un fantasma entre los vivos, a los que envidia por ser ellos.
No confía y por eso está sola,
piensa que nadie es su amigo y se ahoga en su propia miseria en una sociedad
donde lo que vale es ser valorado, donde
no importa tener buenos amigos sino tener muchos, donde no importa lastimar a
alguien con tal de ser ALGUIEN, donde vale más ser un tramposo mentiroso y falluto que ser gente, en un pueblo donde todos tienen una mentalidad monótona,
donde si pensas diferente sos diferente y no sos nadie.
De ahí viene su forma de ser, la
sociedad la transformó en un ser que sobrevive en vez de vivir, solo por ser
diferente...
Enterada, desconozco mi realidad.
Quien es la persona a mi lado, quien yo creía conocer, es alguien absolutamente
extraño para mí ahora.
Mi mente alborotada tratando de
analizar la situación y buscando una salida, se ahoga en un pensamiento
inmaduro y desesperado.